Muchos trámites con las diferentes administraciones consisten en presentar una solicitud, a menudo con documentación anexa, y esperar a ver qué pasa. En algunas ocasiones obtendremos una respuesta positiva a nuestros intereses, en otras, negativa; pero en muchas otras, solo el silencio. ¿Qué pasa entonces?
En estas situaciones, se habla de silencio administrativo, una expresión que es muy probable que te suene. Con este silencio de las administraciones o falta de respuesta se suelen acabar muchos procedimientos.